
“Deus lo volt”, fue el grito de guerra de la Primera Cruzada de la cristiandad en 1069. De ese grito y de esta cruzada, nació la religiosa y militar orden del Temple: los caballeros-monjes que tanta literatura e historia han generado.
Dos órdenes militares religiosas, primero la de los Templarios y después la de los Hospitalarios, dominaron durante seis siglos la historia de las tierras que rodean a la “Torre del Codina”.
El Castillo de Granyena fue el primer asentamiento de la “Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón” en Cataluña, por la donación que les hizo el año 1131 el Conde de Barcelona Ramon Berenguer III, donde establecieron la Comanda Templaria de Granyena.
En 1181 el rey Alfonso el Trobador les entregó el término de Montornés y de Mas de Bondia, y en 1269 la pujanza económica de la Comanda de Granyena les permitió comprar a Saura de Ponts, señora del Talladell, el Castillo y todo el término del Talladell “con todos los habitantes, términos y derechos”. Tal fue el poder de la orden que durante la edad media, las mejores tierras del término de Tàrrega eran de su propiedad. Toda la llanura del Ondara dentro del término de Tàrrega recibía el nombre de “La Plana de Granyena”.
La orden del Temple funcionaba como una multinacional de hoy en día. Para conseguir su objetivo fundacional, que era la conquista del Templo y de los Sitios Sagrados de Jerusalén, establecieron una red internacional de sucursales, llamadas «Comandas», vinculadas a propiedades, negocios y jurisdicciones que dominaban las transacciones económicas, financieras y comerciales. así como la tecnología, el conocimiento, el transporte, y además contaban con un ejército armado fijo y una poderosa flota marítima.
La nobleza de la época medieval y la iglesia tradicional, empezaron a temer la riqueza y el poder de la orden. En 1312 el papa de Roma disolvió la orden y se encarcelaron a sus principales dirigentes.
Los bienes y propiedades de los Templarios pasaron a otras órdenes religiosas, y en el caso de la Comanda de Granyena, le sucedió, la Orden militar del Hospital de San Juan de Jerusalén conocida como de los Hospitalarios.
Según dicen las crónicas, cuando en 1660, el Gran prior de la Orden, visitó la Comanda de Granyena, en “El Talladell” la jurisdicción criminal pertenecía a la Villa de Tàrrega y la orden tenía un castillo derribado que “vuy serveix de corral”.
La influencia de la Orden de los Hospitalarios cayó en declive cuando Napoleón ocupó y conquistó la isla de Malta en 1798. En nuestro país, la Ley de Desamortización de los bienes religiosos de los años 1830 hizo que bienes y propiedades religiosas pasaran a manos privadas.
De esta corta historia de Templarios y de Hospitalarios, podemos aprovechar para conocer estas tierras llenas de leyenda y visitar lugares de la Segarra y del Urgell tan interesantes como Mas de Bondia, Granyena, Montornès, Verdú, Ametlla de Segarra, Guimerà o Vallfogona de Riucorb.
Aquí podéis realizar una vista virtual a este precioso, único y desconocido «Espacio natural Protegido de Granyena»
La Torre del Codina
25 de enero de 2020.