
> Escucha el canto del gorrión:
Hace cuarenta años, las tardes y las vísperas de finales del verano en el Pati de Tàrrega, era un estruendo de gorriones cantando desde las ramas de los plataneros que, con su sonido charlatán y estridente, ofrecían un espectáculo único de naturaleza y de vida.
El poeta Josep Carner así nos lo cantaba en su “Bestiari”:
El gorrión
Ocell alegre i gosat
de plomatge bru, clapat,
més xerraire cada dia,
jamai poruc ni mesell,
ets dels infants alegria
i lleu recança del vell.
Pel passeig, pels carrerons,
oh tafaner de naixença,
sempre ton goig recomença
i no oblides ni els racons.
Veus la que el teu cor adora?
En aquell moment, és clar!,
seduït ens vol deixar.
I, a penes et veu volar,
la branca d’arbre t’enyora.
JOSEP CARNER
Bestiari, 1964
Hoy la experiencia ruidosa de los gorriones a punto de jugar, ya no es como la de entonces. La población de gorriones en nuestra casa, y en todo el mundo, ha disminuido de forma drástica, con una clara tendencia a la baja. En los últimos diez años, España ha perdido más del 20% de la población de gorriones, unos 30 millones de ejemplares. En Londres, Bruselas o Hamburgo han desaparecido, y en París, Berlín o Praga se ven muy pocos. (Programa SACRE de seguimiento de Aves Comunes en la Primavera de SEO/Birdlife).
El gorrión común es un pájaro indisociable al ser humano. Cuando no había ciudades, no había gorriones. La drástica desaparición de los gorriones podría ser otro aviso de la naturaleza sobre la mala calidad ambiental de nuestros pueblos y ciudades. Es cierto que las especies invasoras pueden influir en su regresión, pero también les afecta negativamente la proliferación de los tratamientos indiscriminados de plaguicidas y herbicidas en las zonas verdes y en el entorno agrario donde los humanos, poseídos absurdamente por la voluntad de extinción de la biodiversidad, hacemos desaparecer cualquier resto de hierba o de arbustos, cuyas semillas son su principal fuente de alimentación.
Otra de las causas del descenso de la población de los gorriones, podría ser causada por la radiación electromagnética de las antenas de telefonía móvil. Se han realizado estudios científicos que avalan esta causa por la afectación de la radiación a los insectos, al ADN y al sistema inmunitario.
La desaparición de los puntos tradicionales de cría de los tejados de teja, en los agujeros de fachadas, en las construcciones rurales, etc… también influye en su regresión. Un claro ejemplo de esto lo encontramos en la Torre del Codina. En el momento de su rehabilitación, con la arquitecta Maria Àngels Espar decidimos ejecutar un tejado abierto, en el que los pájaros pudieran hacer los nidos en los espacios de debajo de las tejas. La adaptación de la construcción al hábitat preferido de los gorriones ha resultado ser un éxito.
Los tejados de la Torre del Codina son todo el año, refugio y lugar de cría de cientos de gorriones que pian, cantan y juegan por sus cubiertas. El gorrión común, es el habitante principal de la Torre del Codina, por su presencia constante durante el año, como por el número de ejemplares que transitan y se alimentan dentro y fuera de la casa.
El gorrión común (Passer domesticus) de la familia de los “passeridae” es un pequeño pájaro de unos 15 cm de largo que lo podemos encontrar en todo el mundo. Su caminar a saltitos es característico de su especie. Básicamente se alimenta de granos y también de los desechos que los humanos dejamos a su alcance. Presenta una importante diferencia entre sexos. El macho es mucho más vistoso con manchas negras en el pecho y unas alas de un castaño intenso, con franjas blancas. La hembra no es tan llamativa y es toda de color terroso grisáceo y el pecho más claro que el del macho.
En algunos lugares del dominio lingüístico del catalán se ha dado la acepción de gorrión al conjunto de pájaros y de aves. Éste sería el caso del “Pardal de Sant Joan” de la Iglesia de los Santos Juan de la ciudad de Valencia que así designa en el águila del evangelista.
En nuestra lengua decimos que cuando alguien “tiene la cabeza llena de gorriones” o que “está empardalat”, es que se encanta o pierde el sentido de la realidad. El significado obsceno del gorrión masculino lo encontramos en dichos populares como: “El higo, para ser bueno debe tener tres señales: agrietado, secallona y comido por el gorrión.”
No queríamos terminar este escrito sin hacer referencia a la Fundación Privada Guillem Viladot, llamada “Lo Pardal”. Un espacio dedicado a la Poesía Visual y al Arte que podemos visitar en la villa vecina deAgramunt: http://www.lopardal.com/lopardal.php
Jaume Ramón Solé.
Créditos: Imágenes propiedad de Jaume Ramon Solé – La Torre del Codina.