
> Escucha el canto de la abubilla:
«La» o «el» abubilla que tanto en su nombre popular como científico “Upupa epops”, recibe el nombre del hedor que hacen sus nidos durante la época de cría y del líquido maloliente que segregan cuando se sienten amenazadas. Del latín “Put – Putere” (Pudir – pudor), la abubilla es el pájaro que desprende mal olor y por su aspecto estrambótico, ha sido motivo a lo largo de los tiempos, de considerarlo como un pájaro denigrante y malefico.
La abubilla es un pájaro elegante, solitario y territorial. Cada año vuelve fiel al mismo sitio del año anterior. Tiene unos 30 cm. de longitud, de color marrón claro, con las alas y la cola vestidas de franjas negras y blancas. Cuando vuela cerca del suelo por los arcenes de los caminos, la podemos contemplar con toda la espectacularidad de su plumaje y observar cómo abre la cresta al aterrizar.
Pese a su antigua mala fama, lo cierto es que actualmente, la abubilla es un pájaro admirado por el público y los dichos populares, lo alaban a menudo como símbolo del buen tiempo: “Cuando canta la abubilla el buen tiempo ha venido”. Pero como pájaro migrante de lugares tropicales, el plumaje de la abubilla es exótico y llamativo, y cuando se eriza y extiende la magnífica cresta coronada por puntos negros, el espectáculo está garantizado.
Es un pájaro que se alimenta de insectos, lombrices y larvas que captura con su pico curvado, largo y puntiagudo, que lo utiliza para escarbar en el suelo y cazar sus presas. En otoño se iba hacia África y volvía el mes de abril. En los últimos años, y debido al cambio climático y al calentamiento global, se ha observado que las abubillas ya no cruzan el mediterráneo para invernar. Actualmente, en muchos sitios cercanos de las comarcas del interior ya se ven en invierno en lugares donde nunca lo habían hecho.
La abubilla es un pájaro sensible a la ruptura y la destrucción de los espacios y de los hábitats agroforestales de los márgenes y bordillos de caminos. El uso abusivo de abonos químicos, pesticidas y herbicidas, la perjudican especialmente, puesto que su alimentación se basa en la existencia de los ecosistemas que permiten una biodiversidad vegetal que dé vida a todo tipo de insectos, larvas y gusanos.
J.M. de Sagarra cantó maravillosamente la Puput en el libro “Los pájaros amigos” que publicó la Imprenta de la Casa de la Caridad en 1922, éste es un fragmento:
“De tots els nostres amics del temps de la florida, no n’hi ha pas cap com la puput, tan menjadora de cuquets, tan voltadora de vinyes, tan poruga, tan estrafolària i entretinguda, tan pintada de plomes, tan fina i llarga de bec, i tan delicada i silenciosa en el vol”.
Josep Maria de Sagarra
Una lectura en prosa poética de nuestro y siempre grande J. M. de Sagarra que recomendamos.
Jaume Ramon Solé.
Créditos: Imágenes propiedad de Jaume Ramon Solé – La Torre del Codina.